La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un trastorno que se caracteriza por la obstrucción del flujo aéreo al respirar. Es una enfermedad progresiva y poco reversible.
Causas y repercusión de la EPOC
El tabaco es el principal factor de riesgo de esta enfermedad, de hecho, en el 90% de los casos las personas son fumadoras. Los cigarros contienen muchas sustancias nocivas que al inhalarse (fumar o exposición pasiva) lesionan los pulmones, como la nicotina, el alquitrán, el monóxido de carbono y el cianuro.
La contaminación del aire y la polución también aumentan el riesgo de padecer EPOC.
La prevalencia es muy variable dependiente de los países, siendo más alta en los países desarrollados donde el consumo cigarros es mayor. Afecta más a los hombres que a las mujeres aunque en Estados Unidos la prevalencia entre sexos ya es casi la misma. La prevalencia aumenta a partir de los 60 años y en fumadores de más de 30 paquetes al año (2,5 paquetes al mes). En el año 2000 causó 2,74 millones de muertos.
En España es la 4ª causa de muerte (18.000 muertes al año, es decir, 49 muertes al día). La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que en el año 2020 la EPOC será la 3ª causa de muerte del mundo (después de las enfermedades coronarias y cerebrovasculares) y la 5º enfermedad más frecuente. Si eso ocurre la EPOC ocuparía la 5ª posición de las enfermedades con mayor impacto económico, principalmente debido al coste de los fármacos y las hospitalizaciones.
Tipos de EPOC
Dentro de la EPOC se incluyen 2 trastornos principales:
- Bronquitis crónica: La bronquitis es una inflamación de los bronquios (el principal camino de aire hacia los pulmones). Se caracteriza por la presencia de moco bronquial con tos y expectoración crónica (mínimo 3 meses al año durante 2 o más años seguidos).
- Enfisema pulmonar: engordamiento permanente de los espacios aéreos de los bronquios que produce una destrucción/daño de la pared de los alveolos (sacos de aire que hay en los pulmones). Se produce una destrucción progresiva de los alveolos y del tejido de los rodea que provoca que el aire quede atrapado dentro de los pulmones y disminuya la oxigenación.
Los principales síntomas de sospecha para detectar esta enfermedad son:
- Tos crónica: síntoma principal de la bronquitis crónica.
- Expectoración: sobre todo por las mañanas y con presencia de moco que cambia de color en procesos agudos.
- Disnea: dificultad para respirar, sensación de falta de aire. Es el principal síntoma de la EPOC y característico del enfisema.
- Sibilancias: el aire emite un sonido/silbido al pasar por las vías respiratorias.
- Dolor torácico: es más infrecuente y suele aparecer a causa de otras enfermedades existentes.
Consecuencias nutricionales
La desnutrición es frecuente cuando hay una enfermedad pulmonar obstructiva crónica grave, ya que afecta hasta al 50% de los casos. La desnutrición empeora la función pulmonar, la calidad de vida de la persona y aumenta las probabilidades de desarrollar más problemas de salud e incluso de morir. Se recomienda calcular el índice de masa corporal o IMC (kg peso/altura m2). En estos casos existe mayor riesgo de mortalidad cuando el IMC está por debajo de 25.
Las complicaciones más comunes de la EPOC son:
- Insuficiencia respiratoria: aparece en etapas avanzadas de la enfermedad. Puede provocar hipoxemia (cianosis i taquicardia) e hipercapnia (cefalea, somnolencia, desorientación, sudoración, hipertensión arterial).
- Cor pulmonale: insuficiencia del ventrículo derecho del corazón e insuficiencia respiratoria.
- Exacerbación de EPOC (situación de empeoramiento): es una de las complicaciones más frecuentes. El 75% de las veces se produce por una infección bacteriana.
Generalmente las personas con enfisema están delgadas y desnutridas, sin embargo, las que padecen bronquitis crónica suelen tener sobrepeso u obesidad.
A medida que disminuye la función pulmonar, se deteriora el estado nutricional de la persona y, a su vez, aumentan las necesidades de energía empeorando la función pulmonar. Es decir, se genera un círculo vicioso.
Dieta para la EPOC
Los objetivos de la intervención nutricional para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica son:
- Corregir deficiencias nutricionales y desnutrición.
- En personas obesas disminuir de peso.
- Mejorar la dificultad para masticar o tragar por la falta del aire.
- Evitar el estreñimiento y el esfuerzo excesivo para defecar, así como la distensión abdominal y las flatulencias.
- Procurar que el sabor de los alimentos sea rico para combatir la falta de apetito.
La dieta adecuada deberá estar fraccionada en 5 o 6 tomas para aligerar la carga respiratoria al comer.
Algunas personas con EPOC se encuentran en una situación de “hipermetabolismo”, es decir, que su gasto energético diario está aumentado (hasta 10 veces superior) probablemente por el aumento del trabajo respiratorio.
Aporte de nutrientes
- Hidratos de carbono: La cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos se debe controlar mucho y ser inferior a las recomendaciones de dieta equilibrada. Deben representar entre el 40-50% del valor energético total diario.
- Proteínas: Se debe personalizar el aporte de proteínas en función del estado físico y nutricional de la persona. El porte debe ser de 1 a 2 gramos de proteína por kilo de peso corporal al día.
- Grasas: El consumo de grasas es importante ya que supone un esfuerzo ventilatorio menor que al consumir hidratos de carbono (producen menos CO2). Deben aportar como máximo el 50% de las calorías diarias consumidas.
- Vitamina C, E, betacarotenos y selenio: son vitaminas y minerales con actividad antioxidantes que se ha visto que tienen un efecto positivo sobre la función pulmonar. La vitamina C y los betacarotenos se encuentran principalmente en frutas, verduras, hortalizas. La vitamina E en el aceite de oliva, de girasol y en los frutos secos. El selenio en la levadura de cerveza, la avena, mariscos, pescados y carnes rojas.
Alimentos recomendados
Hay ciertos alimentos que es interesante tener en cuenta para mejorar la salud de los pulmones.
- El pescado azul: hay estudios que evidencian que los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado azul previenen el daño pulmonar causado por el tabaco y mejoran los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica gracias a su efecto antiinflamatorio.
- El brócoli: contiene sulforafano, una sustancia capaz de restablecer el desequilibrio antioxidante en el tejido pulmonar.
- La soja: se ha visto que los consumidores habituales de soja tienen una mejor función pulmonar y un menor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias. Los flavonoides presentes en la soja actúan como atiinflamatorios en los pulmones y protegen de los carcinógenos del tabaco.
Si la persona sufre disneas al comer se deberá seguir una dieta blanda y de fácil masticación con una textura suave.