Durante los primeros seis meses de vida, el mejor alimento que podemos ofrecer a nuestro bebé es la leche materna.
Así coinciden tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, como asociaciones y organizaciones de peso en temas de lactancia de todo el mundo, expresando que la lactancia materna es la manera normal y natural de alimentación y debe ser el método de elección para alimentar a todos los bebés de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida.
A pesar de que la leche materna es el único alimento que toma el niño en esta etapa, cubre todas la necesidades de energía y nutrientes que necesita el bebé para un óptimo crecimiento y desarrollo, adaptándose a éste en cada momento. Para que así sea, la lactancia materna debe ser exclusiva y a demanda.
Composición de la leche materna
Por ello, la leche materna se comporta como un fluido vivo y cambiante según los requerimientos del niño, modificándose así, tanto en composición como en volumen en función de las necesidades. Esta regulación la lleva a cabo sobre todo la demanda del niño y la succión que éste efectúe sobre las glándulas mamarias. Una mayor succión aumenta los niveles de prolactina y la secreción láctea de la madre, es decir, a mayor succión mayor producción de leche.
De aquí, que sea un alimento superior frente a los sucedáneos de la leche materna pues varia su composición a lo largo de la lactancia, a lo largo del día e incluso varia a lo largo de la toma.
Podemos encontrar diferentes tipos de leche producidas por la glándula mamaria:
- Calostro: fluido amarillento y espeso, rico en proteínas, vitaminas liposolubles (E, A, K) y minerales como zinc, hierro, selenio, manganeso y azufre. También tiene un elevado contenido en inmunoglobulinas (IgA) entre otros factores defensivos que protegen al bebé al inicio de la vida. Su producción dura unos 4 días después del parto.
- Leche de transición: es la que se produce entre los días 4 y 15 después del parto. El inicio de este tipo de leche es el que denominamos la subida de la leche, y su volumen y composición irán cambiando hasta alcanzar la composición de la leche madura.
- Leche madura: es un alimento completo ya que contiene agua (88%); proteínas en cantidad adecuada para el crecimiento óptimo del niño, con una fuente importante de aminoácidos esenciales; hidratos de carbono, con la lactosa como principal azúcar entre otros oligasacáridos; grasas, que se encuentran en una proporción elevada (40-50%) ya que será la principal fuente de energía del bebé. También contiene todos los minerales y vitaminas que el niño necesita.
En cuanto a la relación entre la alimentación de la madre y la composición de la leche, existe una correlación en las cantidades de vitaminas, que variaran en función de la ingesta de la madre y en la calidad de los ácidos grasos, sobre todo por la ingesta de ácidos grasos esenciales. También puede verse afectada la cantidad de yodo y flúor en la leche dependiendo de la ingesta materna.
El resto de nutrientes y principios inmediatos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) mantienen unos niveles constantes en la leche materna a pesar de una deficiencia en la ingesta de la madre ya que para la producción de leche se utilizan los existentes en la circulación materna procedentes de sus reservas.
Influencia de la hidratación en la leche materna
De la misma manera la cantidad de líquidos ingeridos no influye en el volumen de la leche, aunque las mujeres suelen sentir más sed durante la lactancia. Una importante deshidratación de la madre disminuirá el volumen de la orina de esta pero apenas lo hará el volumen de la leche.
Beneficios de la lactancia materna
Actualmente, hay estudios y evidencias científicas de sobra que enumeran todos los beneficios, a corto y largo plazo, que aporta la leche materna tanto al bebé amamantado como a la madre que amamanta. Entre ellos destacan:
- Alimento inocuo, asequible y fácil de conseguir
- Se adapta a las necesidades de cada momento
- Contiene componentes inmunológicos
- Es de fácil digestión
- Presenta una baja carga de solutos
- Reduce el riesgo de presentar síndrome de muerte súbita
- Propicia una buena salud durante toda la vida a los niños
- Mejores resultados en pruebas de inteligencia para adolescentes y adultos que fueron amamantados
- Ayuda a reducir la hemorragia postparto
- Favorece la involución del útero de la madre
- Ayuda a la madre a recuperar más rápido su peso normal y reduce las tasas de obesidad
- Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario en el futuro
- Crea un vínculo afectivo madre e hijo
Sin embargo, los estudios más recientes se centran en mostrar los posibles riesgos que pueden producirse con una alimentación a partir de sucedáneos de leche materna. Como conclusión de estos, existe evidencia suficiente para afirmar que los lactantes no amamantados están expuestos a un mayor riesgo de morbimortalidad y generan un importante coste económico y social.
No obstante, si tu elección es no dar el pecho, estás en tu derecho y es tan respetable como la que decide sí darlo. Es importante que si esta es tu decisión, sea una decisión libre y tomada después de haber recibido toda la información sobre los beneficios de la lactancia materna y los riesgos que puede comportar los sucedáneos de leche materna así como los inconvenientes añadidos de esta última (mayor gasto económico familiar entre otros), de manos de un profesional sanitario especializado en temas de lactancia materna.
En qué casos la lactancia materna no es la mejor opción
Por otra parte, también existen los casos en los que la lactancia materna no está aconsejada y podría causar serios problemas tanto al bebé como a la madre. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en una de sus publicaciones sobre “La Salud de la madre, el recién nacido, del niño y del adolescente”, describe cuales son estas condiciones de salud en las que no amamantar, de manera temporal o permanente, podría estar justificado:
1. Lactantes que no deben recibir leche materna ni otra leche excepto fórmula especializada:
- Lactantes con galactosemia
- Lactantes con enfermedad de orina de jarabe de arce
- Lactantes con fenilcetonuria
2. Recién nacidos para quienes la leche materna es la mejor opción, pero pueden necesitar otros alimentos por un periodo limitado:
- Lactantes con un peso menor a 1500g
- Lactantes con menos de 32 semanas de gestación
- Recién nacido con riesgo de hipoglicemia
3. Afecciones maternas que podrían justificar que se evite la lactancia permanentemente:
- Infección por VIH
4. Afecciones maternas que podrían justificar que se evite la lactancia temporalmente:
- Enfermedad grave como por ejemplo septicemia
- Herpes simplex Tipo I (HSV-1)
- Medicación materna:
– Medicamentos psicoterapeúticos sedativos, antiepilécticos, opioides y sus combinaciones
– El uso de yodo radioactivo-131
– Uso excesivo de yodo o yodóforos tópicos
– Quimioterapia citotóxica
Situación actual de la lactancia materna en España
Por último, para ver la situación actual de lactancia materna, el Grupo de Trabajo Español de la iniciativa Global de la Lactancia Materna (Global Breastfeeding Iniciative) presentó el pasado mes de julio los resultados de la “Encuesta Nacional sobre Hábitos de Lactancia”.
En dicha encuesta se observó que el 89% de las mujeres estaba dando o había dado el pecho y tan sólo un 11% había optado por no darlo principalmente por haber tenido problemas en lactancias anteriores y porque no le había subido la leche.
Del 89% de las mujeres que sí amamantaron, tan sólo el 38% lo había hecho hasta los 6 meses y un 18% hasta los dos años. Entre los principales motivos para suspender la lactancia materna encontramos, por tener menos leche seguido de la necesidad de incorporarse a la actividad laboral.
Pese a ello, las madres son conscientes de que la lactancia materna es la mejor forma de alimentar a su hijo ya que consideran que lo protege de enfermedades e infecciones y es el método más natural.
Conclusiones
Para eliminar las posibles barreras que dificultan la lactancia materna y que esta sea lo más satisfactoria posible es importante la ayuda de profesionales sanitarios, de la familia y de los grupos de apoyo que acompañan a la madre en toda esta etapa.